Es característico de los billetes ingleses que su numeración aparezca en rojo en la zona central del anverso, dónde también vemos parte de un retrato de Felipe II realizado por Tiziano y una vista aérea del Monasterio de San Lorenzo. Sin embargo, en su reverso, apreciamos una reproducción del cuadro del pintor de temas históricos Luis Álvarez Catalá “La Silla de Felipe II”, donde se observa la roca en forma de silla desde donde el rey supervisaba las obras de El Escorial. Respecto a la numeración encontramos una nueva serie de números, colocados en las esquinas también en tonos rojos. Lleva, como marca al agua, la cabeza de Felipe II.
Este billete tuvo una tirada de veintiocho millones, su circulación fue a partir de 1927 hasta el número D 2.000.000, después volvieron hacerse nuevas tiradas a partir del 18 de julio de 1936, hasta que dejaron de usarse en abril de 1939.
Anverso del billete de 100 pesetas de 1925. Imagen Félix Cuquerella.
Como hemos mencionado, en el anverso aparece parte de un retrato de Felipe II, esa obra se encuentra en el Museo del Prado (Madrid) y fue realizada por Tiziano.
Tiziano Vecellio di Gregorio (1489-1576) fue un pintor italiano del Renacimiento, que comenzó su aprendizaje en Venecia, sus primeros años transcurrieron en Italia, Federico Gonzaga, duque de Mantua, fue quién hizo las presentaciones entre el pintor y Carlos I de España, convirtiéndose en uno de los retratistas favoritos del Emperador.
El cuadro que nos ocupa retrata al hijo de Carlos: Felipe, fue realizado entre noviembre de 1550 y marzo de 1551, en Augsburgo. Va vestido con una armadura damasquinada, que se encuentra en la actualidad, en la Armería del Palacio Real de Madrid. La composición remarca los símbolos que resaltan la dignidad del Príncipe como la columna del fondo, el bufete sobre el que reposan el yelmo y los guantes, y el resto de la armadura que viste el cuerpo de Felipe. Fuentes documentales nos indican que la obra no fue muy del agradado del príncipe que alegó que el tiempo que había tenido Tiziano para hacerlo había sido escaso.
Retrato de Felipe II realizado por Tiziano. Wikipedia.
http://es.wikipedia.org/wiki/Retrato_de_Felipe_II_%28Tiziano%29
Esta obra viajó a Inglaterra cuando comenzaron las negociaciones para un segundo matrimonio entre el español y María Tudor, después regresó a España. En 1600 se cita en los inventarios del Alcázar, lugar donde Rubens realizó una copia en 1628. Al pertenecer a la Colección Real, ingresó en el Museo del Prado en el año 1827. Se trata de un cuadro pintado al óleo sobre lienzo, perteneciente a la Escuela Italiana y cuyas medidas son: 193 cm. x 111 cm. Como curiosidad decir que en el billete la cabeza del príncipe aparece mirando a la derecha en vez de a la izquierda como en la obra original.
En la parte baja del billete, aparece el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial tal y como se ve desde la conocida “silla de Felipe II”. No vamos a meternos a fondo con la realización de tan magno edificio, puesto que no es el cometido de este artículo, pero sí haremos un breve resumen de su construcción. Las obras empezaron en 1563, dos son los principales motivos por los que se levantó el monasterio, tal vez el más importante fue que Carlos I cambió su testamento, antes de fallecer en en el monasterio de Yuste (Cáceres), en él decía que no deseaba ser enterrado en Granada junto a sus abuelos y sus padres, sino que quería que su hijo: Felipe II, creara un edificio ex novo donde ser enterrado. La advocación bajo la que está el monasterio, corresponde al segundo motivo, durante la batalla de San Quintín (1557), de la que los ejércitos españoles salieron victoriosos, fue profanado y destruido un convento de monjas, justo el día que se festejaba San Lorenzo, el soberano hizo una promesa de levantar un edificio bajo la advocación de este santo español.
En 1558 se reune una comisión multidiciplinar para encontrar el lugar idóneo para la construcción, un año más tarde se designa a Juan Bautista de Toledo las obras del Monasterio, nombrándole arquitecto real, el arquitecto había trabajado como aparejador de Miguel Ángel y se había empapado de las corrientes renacentistas italianas. Cuando comienzan las obras, se unen como adjuntos Juan de Herrera y Juan de Valencia, siendo el primero el que sustituyó a Juan Bautista de Toledo cuando falleció en 1567 y dando nombre al estilo Herreriano, que no designa otra cosa que el renacimiento español previo al Barroco, tiene como características la depuración ornamental y el purismo clásico de sus formas, predominando la línea recta sobre la curva.
Vista del Monasterio del Escorial desde la Silla de Felipe II. Foto de la autora.
El 23 de abril de 1563 se pone la primera piedra, de lo que será un monasterío masculino habitado por monjes de la Orden Jerónima y por la familia real. Los jerónimos se trasladaron allí en 1571, cuando las obras no habían finalizado todavía. Habrá que esperar hasta el 13 de septiembre de 1584 para que se de por concluida la construcción, aunque la Real Basílica no se terminó hasta 1586, todo ello bajo las órdenes de Francisco de Mora, que sucedió a Juan de Herrera.
Cuando Felipe II falleció, se aseguró por medio de su testamento, el mantenimiento del Monasterio. Deberemos llegar al siglo XIX para que los monjes jerónimos sean expulsados por las continuas desamortizaciones. Alfonso XII es quién cede el Monasterio a la Orden de los Agustinos.
Estamos ante un templo de planta rectangular con sus cuatro torres en las esquinas, con portadas destacadas de la sobriedad de los muros y tejados con pizarra típicos de las construcciones flamencas. La articulación de sus muros, nos recuerda a la parrilla en la que fue quemado San Lorenzo. El edificio destaca por su orden, jerarquización de espacios y la perfecta relación entre todas las estancias.
Su interior alberga obras de arte de arttistas de la talla de Tibaldi, Cambiaso, Giordano, Claudio Coello, Navarrete, El Bosco, Tiziano, el Grco, Roger van der Weyden, Durero,… Las esculturas fúnebres de Leoni, los Reyes del Antiguo Testamento de Monegro y su Biblioteca alberga los ricos códices del monarca, incunables, la librería del padre Claret, etc.
En la cripta de su basílica están enterrados gran parte de los monarcas de las dinastías de Austria y Borbón, salvo Felipe V y Fernando VI, también están las reinas y el único rey consorte. Los últimos restos depositados son los de Alfonso XIII y su esposa, la reina Victoria. Juan de Borbón y Mª de las Mercedes permanecen aún en el Pudridero.
Pertenece a Patrimonio Nacional desde 1982 y es Patrimonio de la Humanidad desde 1984. Decir que, en 2013, dentro de la colección de Edificios Patrimonio de la Humanidad, el Banco de España emitió una moneda conmemorativa de 2€ en la que aparece el Monasterio.
Reverso del billete de 100 pesetas de 1925. Imagen Félix Cuquerella.
En el reverso del billete nos encontramos con el cuadro de Luis Álvarez Catalá “La silla de Felipe II en el Escorial”, cuadro realizado en 1889 y que obtuvo varios premios.
Su autor, Luis Álvarez Catalá, nació en 1836 en Madrid, donde estudió en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando, siendo alumno de Federico de Madrazo. En 1857 viajó a Italia a ampliar sus estudios, allí pintó el cuadro El sueño de Calpurnia, que obtuvo dos medallas: una al mérito en Italia y la otra en Madrid en la exposición Nacional. Esta primera etapa se caracteriza por realizar una pintura de colorido suave y figuras con una ligera afectación.
Cuando regresó a España se convirtió en uno de los pintores más laureados, tanto dentro del país como fuera. Desde 1863 hasta 1873 se dedica a la pintura histórica, de la que fue uno de los representantes más galardonados. Se caracteriza por el cuidadoso estudio de la indumentaria de sus personajes, de la ambientación que los rodea y por el minucioso realismo, con infinidad de pequeños detalles en sus obras. Entre las más destacadas están: El Cardenal penitenciario en San Juan; Doña Inés de Castro, cuadro incluido en lo que se llamó "moda de la putrefacción" muy del gusto de cierto sector del Romanticismo; Las bodas de Paulina Borghese; Isabel la Católica reconociendo los restos de su padre en la Cartuja de Miraflores (cuadro también conocido como Isabel la Católica en la cartuja de Burgos), por el que obtuvo una segunda medalla en la Exposición de 1866 o La Silla de Felipe II en El Escorial, por el que obtuvo la primera medalla en la Exposición de 1890 y medalla de oro en la Universal de Berlín.
Postal del cuadro Felipe II de Luis Álvarez Catalá
itm/Spain-1918-EL-ESCORIAL-La-Silla-de-Felipe-II-L-Alvarez-/230591300879
También cultivó los cuadros costumbristas de género en los que se aprecia el gusto por el detalle, el interés en el vestuario, etc…Destacaremos: La absolución de pecados veniales, La salida de la boda, La visita de pésame, Luna de miel, etc.
Como retratista destacaremos el retrato que le hizo a María Cristina con su hijo Alfonso XIII aún niño, que se fecha en 1898 y que se conserva en el Palacio del Senado.
En la última etapa de su vida pintó numerosos motivos asturianos. Fue director del Museo del Prado desde la dimisión de Francisco Padilla el 29 de julio de 1898 hasta la fecha de su fallecimiento el 4 de octubre de 1901.
Como hemos dicho anteriormente, el cuadro que nos ocupa: La Silla de Felipe II en El Escorial, recoge la leyenda transmitida por los historiadores y que fue popularizada por el escritor Muñoz Maldonado en su obra “Antonio Pérez y Felipe II” (1837), en la que al ser preguntado el primero por las obras del monasterio, contesta que el Rey las está vigilando sentado en una silla labrada en la peña. La polémica no tardó en aparecer, no por la técnica de la obra, sino por dar credibilidad a una leyenda que no está documentada, y por su título, ya que habla de una silla en particular, cuando en la composición aparecen tres. También fue motivo de discordia el hecho de que en la obra apareciera un perro de raza gran danés o alano, y no un mastín o un podenco como en las obras realizadas por Tiziano o Velázquez. A pesar de todos estos inconvenientes, esta pintura recibió la medalla de primera clase en la Exposición Nacional de 1890, tras haberla obtenido en la Universal de París de 1889, posteriormente ganaría algunos premios más en certámenes internacionales. Esta obra pasó a Alemania cuando su autor no aceptó la tasación del Estado de 6.000 pesetas, fue adquirida para el Museo de Munich por la Sociedad Artistas Bávaros. Lo último que hemos sabido de este cuadro es que se encontraba en Berlín, pero nos ha sido imposible contrastar esta información.
Sabemos que era una pintura al óleo que mide 3,85 x 4,18 m. en la que podemos ver como Juan de Herrera le presenta al monarca los planos del monasterio, el soberano aparece sentado sobre la roca en donde se labró una silla pétrea. La parte principal de la obra aparece en un lateral y junto a los dos personajes hay una silla de viaje, de las que se transportaban junto con otros muebles de la época, cada vez que la Corte se trasladaba de lugar. La escalinata de acceso a la silla está en el centro de la composición y en la parte baja, se representa a unos soldados junto a la silla de manos que servía para transportar a Felipe II hasta allí y al citado cánido. Bajo los palos está el título del cuadro y el nombre del autor. Y al fondo, sobre las cabezas de los soldados podemos ver las obras del Monasterio.
http://www.artnet.com/artists/luis-alvarez-catal%C3%A1/escenario-de-la-silla-de-felipe-ii-recto-boceto-br9eexId0SC7oMdzrN3TvA2
Se conoce un boceto del escenario, realizado por Álvarez Catalá en 1886, se trata de una pintura al óleo sobre tabla, que mide de 23 x 35 cms. Subastado en febrero de 2012.
Boceto para “La silla de Felipe II”, de Luis Álvarez Catalá. Catálogo online del Museo de Bellas Artes de Bilbao:
http://mismuseos.net/comunidad/metamuseo/recurso/boceto-para-la-silla-de-felipe-ii/b44f37e5-af9d-4d19-bed5-2e8097f51ad3
En el Museo de Bellas Artes de Bilbao se conserva un boceto de este cuadro realizado por Álvarez Catalá, es una obra de óleo sobre lienzo, de 25 x 52 cm. y su número de inventario es 69/4. En la escena se representa la composición de diferente manera, más cercana a la obra que el pintor asturiano Ignacio Suarez Llanos realizó, titulada la Última visita de Felipe II al Escorial.
Bibliografía:
Gutiérrez Burón, Jesús: “El Escorial en la creación artística del siglo XIX” Literatura e imagen en El Escorial: actas del Simposium (1/4-IX-1996). Sevilla, 1996. pp.: 433-462.Museo del Prado. Enciclopedia:
Tiziano:
enciclopedia/enciclopedia-on-line/voz/tiziano-vecellio-di-gregorio/
Retrato de Felipe II:
coleccion/galeria-on-line/galeria-on-line/obra/felipe-ii/
Luis Álvarez Catalá:
enciclopedia/enciclopedia-on-line/voz/alvarez-catala-luis/
Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial:
Vanessa Montesinos Muñoz
Perito Antiques.