Pero para poder llegar de “pintamonas”, como así le describían en su adolescencia, a artista, tuvieron que pasar años de esfuerzo y tesón. Años que pasaron rápidamente, demostrando siempre que su buen ojo y mejor mano eran capaces de aunarse para conseguir, en su juventud, ya en Madrid, saltar a los estrellatos de cines y teatros de la Gran Vía, donde dejó una magnífica estela de carteles anunciadores de películas de Gary Cooper o Rita Hayworth, o de obras de Pemán, Luca de Tena, Neville, Jardiel Poncela o Mihura. Trabajos de cartelería unidos a los diseños publicitarios expuestos posteriormente en los escaparates de Sepu, Galerías, etc., en su etapa de diseñador gráfico de los Estudios Mikó.
Una extensa biografía que abarca todo aquello que, relacionado con el Arte, pasara por sus manos. Así hasta llamar a la puerta de la Casa de la Moneda, todavía en la Plaza de Colón, la FNMT que inaugurara Isabel II.

- ¿Y cuándo fue eso, Antonino (no le gusta que le llamen Sr. Sánchez)?
En 1957 fui a la Escuela de Colón de la FNMT, estuve hablando con Manuel Castro Gil por si me podía hacer la matrícula de Grabado y Modelado y me dijo que sí, pero siempre y cuando no pensase que yo tuviera derechos con la fábrica.
Empecé en octubre de ese año. En el 63 trasladaron la escuela a la calle Maiquez, allí estuve un año y luego ya lo dejé, y estuve dibujando en el Círculo de Bellas Artes, donde hacía propaganda y publicidad con carteles de cine, teatros y escaparates.
Después estuve siete años en Milko, en los que llegué a jefe de departamento de Diseño; luego hice oposiciones en 1966 y entré como grabador a la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre en el departamento de Grabado, ya tenía 34 años.
Prácticamente usted, en su juventud, pasó por todas las escalas artísticas y profesionales, hasta en el Ejército, creemos entendido…
Sí, ya que hice la mili en 1952 en la Brigada Topográfica del Estado Mayor en Madrid como voluntario en el Servicio. Allí me harté de hacer planos y dibujos topográficos.


Pero, realmente, ¿cuál fue su primera obra cercana al mundo del grabado de billetes?
Un buen día descubrí en un estanco un papel que me llamó poderosamente la atención por el tipo de textura que tenía, papel de arroz, parecida a la de los billetes de banco en circulación. Compré una hoja y en los ratos perdidos del Cuartel me dediqué a copiar un billete de 5 pesetas de Balmes, a base de tintas de colores y a plumilla.
Tiempo después se lo mostré a Castro Gil quien “alarmado” me pidió que no lo mostrara a nadie, que si lo veía la policía podrían detenerme por falsificador. “Nunca he visto nada igual”, dijo asombrado.
¿Y su primer billete de verdad…, cuándo llegó?
Primero grabé un sello, en 1967, se trataba del Castillo de Balsareny de Barcelona, para la Serie “Castillos de España”. Desde entonces, aproximadamente he grabado 104 sellos en calcografía.
Pero mi primer billete circulante no llegó hasta 1971: el reverso del billete de 1.000 pesetas de 17 de septiembre, el “Echegaray”, que reproduce el edificio del Banco de España, visto desde el chaflán de la confluencia de la Calle de Alcalá con el Paseo del Prado.
Sólo tuve que hacer un dibujo al natural y les pareció tan bueno que, aún sin la experiencia que pedían a otros grabadores, me concedieron la oportunidad de grabar el reverso, cuyo anverso grabó el gran maestro Antonio Manso.
¿Cuántos billetes ha grabado usted hasta 1995, año de su jubilación?
Creo que una veintena entre billetes españoles y extranjeros. Entre ellos también pruebas luego no adoptadas: “Colocación de la primera piedra del edificio del Banco de España en Madrid”, en 1971; o “Vista de la Plaza Mayor de Madrid”, en 1972.

Además del primer billete, ¿qué otros conocidos son de su autoría?
A ver…, que recuerde el texto del reverso de las 500 pesetas de 1979 con la “Casa natal de Rosalía de Castro y el texto manuscrito de su obra Follas Novas”; el también reverso de 1.000 pesetas de 1979 “Vista de las Cañadas del Teide”; el anverso del 200 pesetas de 1980 con el retrato de “Leopoldo Alas Clarín”; el “Ayuntamiento de Moguer” (Huelva), reverso del billete de 2.000 pesetas de 1980, aunque al final no fue adoptada la prueba; en 1985 el anverso del billete de 10.000 pesetas con el “Retrato de SAR el Príncipe de Asturias y vista del Monasterio de El Escorial”; la “Portada de acceso al Real Jardín Botánico de Madrid”, reverso del billete de 2.000 pesetas de 1992; y el anverso y reverso del billete de 5.000 pesetas de 1992 con el “Retrato de Cristóbal Colón y viñeta alusiva al Descubrimiento” y “Esfera armillar”.
¿Y entre los billetes grabados para otros países?
Recuerdo el anverso del billete de 5 bolivianos de 1986, con el “Retrato de Adela Zamudio” grabado para el Banco central de Bolivia; y el reverso de 500 intis “Alpinistas en los Andes”, también en 1986, para el Banco Central de Reserva del Perú”. También hice algo para Guinea Ecuatorial, el Puerto de Malabo; y para Marruecos, una Mezquita con Hassan II.

¿Algún otro billete especial?
Claro que sí. Además de ese tengo un especial recuerdo. Se trata de un aplancha que grabé por un encargo que realizó la Interpol a la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre.
Como digo era un proyecto de la Interpol para intentar buscar medios antifalsificación. Se denominaba “Experiment” y así se indica en el anverso que grabé: un retrato de un supuesto billete de Dinamarca, con una roseta y la leyenda en danés “Ingen penge vaerdi” (Sin valor efectivo). Hice primero el dibujo y luego la plancha y la prueba de estado. No es que sea un pedante, pero la verdad es que recibí muchas felicitaciones por ese trabajo.
¿Con qué otros famosos grabadores trabajó en el departamento de Grabado de la FNMT?
Desde 1966 estuve con José L. Sánchez- Toda y su hermano José Sánchez-Toda, con Antonio Manso, Pablo San Pedro, Mata, Paniagua… He de confesar que he sido siempre un gran admirador de Manuel Castro Gil, y opino que José Sánchez Toda y Manso han sido de los mejores con el Buril, aunque no he sido discípulo de ninguno.

Antonino, de toda su vida profesional en la FNMT ¿cuál fue su mejor etapa?
Realmente de todas. En todas aprendí mucho y aporté todo lo que sabía o podía.
Valoro mi etapa profesional como grabador en una escala muy alta desde mis inicios. Aunque considero que el nivel más alto al que llegué fue en la realización del billete encargado por la Interpol. Ese es el nivel más alto que se he llegado a conseguir.
Y entre sus maestrías está la de ser un auténtico experto en leer al revés para poder hacer las planchas de grabado…
Leer y grabar, no lo olviden. Leía al revés dado a que estaba acostumbrado a grabar del revés. Es necesario tener buen pulso, luz, buenas intenciones, gusto y saber dibujar bien.
Díganos, Antonino, ¿y los actuales billetes en euros, qué le parecen?
No me gustan nada. Opino que los actuales métodos de diseño de billetes a través del ordenador son fríos, muy perfectos pero sin gracia, ya que la “vida” en un billete sólo se consigue con el pincel, el lapicero y el buril.

¿Y cómo es que no realizó nunca una medalla o una moneda?
En la Escuela de Grabado me gustaba hacer modelado de medallas y de monedas, en unas baldosas grandes, y posteriormente hacía el molde, el vaciado. Pero no llegó a acuñarse ninguna moneda modelada por mí en la fábrica, únicamente las guardaban.
Antonio, y a sus 81 años, a qué se dedica.
Hace once años, en 2002, grabé un conjunto histórico de Salamanca. Desde entonces, no ha vuelto a grabar, pero sí he pintado para la Iglesia de mi pueblo Mancera de Abajo, una “Inmaculada de Murillo”. También hice un retrato para la Madre Maravillas de Jesús que se quedó en el Convento de mi pueblo, Mancera de Abajo, en Salamanca, y eso que iba destinado a la Catedral de Madrid…

Por último, ¿qué le ha parecido la exposición antológica que acaban de inaugurar en el Museo Casa de la Moneda?
Estoy muy contento porque José María Pérez García, el comisario de la exposición tiene mucho gusto y la ha organizado muy bien. Había participado en otra exposición, pero la anterior fue con más dibujantes y grabadores de monedas. La actual ha recogido perfectamente, con gran profesionalidad y acierto, toda mi retrospectiva como grabador en la FNMT. La verdad que me siento gratamente satisfecho y agradezco a todos su esfuerzo por conseguir este magnífico resultado.