Todavía en Inglaterra, Morgan fue contratado en Londres por la Real Casa de Moneda Británica (British Royal Mint), en donde trabajaban los hermanos J.S. y A.B. Wyon, cuya familia había dado varias generaciones de grabadores a la fábrica de moneda, por lo que el ascenso de Morgan estaba complicado.
Mientras tanto, el director de la US Mint (Casa de la Moneda de Estados Unidos, Ceca de Filadelfia) intuía que había que hacer cambios en los diseños de las acuñaciones, y si bien tenía personas con experiencia en su organización (Barber y su hijo) también era consciente de que hacía falta entusiasmo, y dedicación exclusiva, cosa que los Barber no podían ofrecer puesto que hacían trabajos por su cuenta y tal vez no poseían tanta cualificación como iba a ser necesaria para acometer un cambio de la envergadura que se preveía.
H.R. Linderman, director de la Philadelpia Mint, envió una carta a su homólogo en Londres, Charles W. Fremantle en 1876. Estaba preocupado por la escasa aceptación que los actuales diseños de las monedas tenían entre la población. En su misiva comentaba que no estaba seguro de que la tecnología y el estado del arte en Estados Unidos, en relación a la actividad de los grabadores, estuviera a la altura de la elegancia y tecnología de las piezas británicas, por lo que le solicitaba una persona que estuviera capacitada, con entusiasmo, conocimientos, y con aptitudes artísticas, dispuesta a formar parte de la Fábrica de Moneda , como asistente de grabador. Literalmente buscaba un “first class diesinker” que viene a ser un número uno entre los grabadores de cuños para hacer medallas y monedas.
El señor Fremantle pensó inmediatamente en Morgan, y lo describió en su respuesta como “un hombre joven, de 30 años, sociable y caballeroso, modesto y educado, lo que hace de él un compañero agradable”. Fremantle añadía que ceder a Morgan era una pérdida tanto para él, como para la propia Royal Mint, pero al haber grabadores de gran trayectoria familiar en la fábrica, su crecimiento profesional se iba a ver truncado, por lo que si Morgan aceptaba el cargo de asistente de grabador, aun estando sobre cualificado para ello, sería una “valiosa adquisición” para los Estados Unidos, como profesional y como artista y tendría posibilidades de prosperar.
George T. Morgan en una fotografía de época.
Con la respuesta del director de la casa de moneda inglesa, se adjuntaba una carta manuscrita del propio George T. Morgan, en la que se presentaba a sí mismo. En ella, entre otras cosas, hablaba de sus conocimientos de bronceado, y su capacidad para enseñar el tratamiento del bronce en medallas a otras personas. Esto terminó de disipar las dudas que pudiera tener el director de la Casa de Moneda de Filadelfia.
La idea era que Morgan se incorporara, y ocupara un espacio en el lugar de trabajo que hasta ese momento era exclusivamente usado por los Barber (padre e hijo). De hecho, la idea era que el Sr. Barber padre se retirara tras el período de prueba de seis meses de Morgan, y le dejara su espacio de trabajo. Era conocido por el director que los Barber tenían una empresa de grabadores además del trabajo que desempeñaban para el gobierno, y a menudo utilizaban horas de trabajo e instalaciones del gobierno para sus asuntos privados. Con la incorporación de Morgan, Barber padre sería inducido a retirarse, y a dejar su lugar de trabajo a Morgan. Barber padre se podría dedicar a su empresa privada, su hijo seguiría con el trabajo para el gobierno, y Morgan tendría su espacio.
El 27 de septiembre de 1876 George T. Morgan embarcó en el “Illinois”, que zarpó desde Liverpool, y 12 días después llegó a Filadelfia.
En el primer encuentro de Linderman con Morgan, le apuntó las ideas que tenía sobre lo que debía ser el diseño de la moneda de plata, con una cabeza femenina representado a la libertad, y un águila fuerte en el reverso. Pero este diseño no se haría realidad hasta dos años más tarde.
El superintendente Pollock recibió calurosamente a Morgan. No así los Barber. Además del hecho de usar la oficina de la casa de moneda para sus intereses particulares, Barber padre vio como una amenaza a la sucesión de su hijo en el cargo de jefe de grabadores el hecho de que se trajese a un foráneo como asistente. Por ello Barber padre no se retiró. Siguió ocupando su oficina, junto con su hijo por lo que Morgan tuvo que trabajar en una habitación.
Linderman ordenó a Barber que le proporcionase a Morgan espacio para trabajar, pero Barber lo fue retrasando, y la realidad es que la mayor parte del trabajo de Morgan lo llevó a cabo en habitaciones de huéspedes, en donde se alojaba. Finalmente Barber le habilitó espacio en la casa de moneda de Filadelfia para trabajar.
Los grabadores de la US Mint, Ceca de Filadelfia, de pie y de izquierda a derecha: Charles Greth, John Beally, Harry Blythe, Charles Conway, James Blythe. Sentados en la primera fila de izquierda a derecha William Key, Charles E. Barber, George T. Morgan y a su lado, desconocido.
Sus primeros diseños de monedas durante sus inicios en la Casa de Moneda de Filadelfia estaban destinados al medio dólar. Morgan se matriculó en la Escuela de Bellas Artes, para conocer más sobre las artes y la estética americanas. Además quería ver el aspecto de la mujer americana, porque el tenía la idea de representar la imagen en sus dibujos, de una mujer real, y no seguir con el estereotipo griego.
En 1878 se promulgó la ley Bland - Allison, por la que los Estados Unidos demandaban la acuñación en plata de entre 2 y 4 millones de dólares al mes. Esto serviría a los intereses de las minas de plata, en un momento en el que el precio de este metal había ido cayendo en picado, y por otra parte, se favorecía la inflación, que se quería utilizar como acicate económico, para incentivar el consumo, y mejorar la economía agraria.
Linderman había intuido la necesidad de hacer una nueva moneda ya en 1877, antes de saber que lo se iba a producir 1878. Para ello solicitó a Morgan y a Barber que diseñaran una moneda de dólar, y les advirtió de que se quedaría con uno de los dos diseños. Morgan partió con ventaja puesto que Linderman le había sugerido que profundizara en un diseño de los suyos del medio dólar. A Barber le dio libertad absoluta para que presentara el diseño que quisiera.
Retrato de Anna Williams, quien inspiró al grabador para la imagen de “Lady Liberty” del dólar Morgan.
Morgan, en la escuela de bellas artes, había conocido a Thomas Eakins, que a su vez le presentó a Anna Willes Williams, profesora infantil. Tras arduos esfuerzos, Morgan la convenció para que posara para él, para hacer los bocetos de la cabeza de la libertad, que iba a ser propuesta a Linderman para su moneda de plata. Se dice que Morgan comentó que “el perfil de Anna era el perfil más perfecto que jamás había visto.”
Se hicieron los bocetos en 5 sesiones, posiblemente en casa de Thomas Eakings y se guardó un gran secreto, puesto que no estaba bien visto que una señorita posara sola para un artista. Anna Willes Williams no quería perder su trabajo. Se sabe que unos años después, en un periódico local un reportero descubrió la identidad de la modelo de la moneda de 1 dólar, y Anna perdió su trabajo por esa causa. Afortunadamente, se volvió a colocar en Filadelfia, en otro colegio, viviendo tranquila hasta 1925, año en que falleció. Casualmente fue el mismo año del fallecimiento de Morgan.
Llegó el momento de presentar los bocetos al director. Numismáticos de la época preferían el diseño de Barber, pero Linderman eligió el de Morgan, con el retrato de Anna como la Libertad en el anverso, y el águila en el reverso.
Las primeras piezas no salieron perfectas. Los cuños tenían algunos desajustes. Hubo que incluir algunos cambios. Adelgazar un poco la efigie de la Libertad. Cambiar el número de plumas de la cola del águila del reverso, puesto que en la tirada inicial dicha cola tenía 8 plumas, y según los ornitólogos, es sabido que las águilas en la cola tienen siempre un número impar de plumas, con lo que se redujo el número a 7. Hasta el tercer juego de cuños no quedó perfecto debido a que se estaban haciendo las modificaciones sobre las planchas originales, y se podían ver en relieve más bajo las 8 plumas.
Anverso: Alegoría de la Libertad representada de perfil a izquierda, con el clásico gorro frigio, una corona de ramitas de algodón y trigo y una tiara con la leyenda “LIBERTY”. Sobre ella, el lema en latín “E PLURIBUS UNUM “, uno de los primeros lemas nacionales de los Estados Unidos que deriva de la Guerra de la Independencia americana y que significa «De muchos, uno». La fecha abajo y a ambos lados de esta, las 13 estrellas que representan a las 13 Colonias originales que se independizaron del Reino Unido.
Reverso: En el centro del campo con las alas abiertas, un águila calva sosteniendo en sus garras una rama de olivo como símbolo de la paz y 3 flechas en representación de las 13 del escudo nacional de EEUU y alrededor, una corona de ramas de olivo. Bajo la corona se encuentra la marca de ceca. Sobre el águila está escrito el que es actualmente lema nacional de EEUU, “In God We Trust” que significa, «En Dios confiamos». La leyenda “UNITED STATES OF AMERICA” en una inscripción circular y el facial de la moneda “ONE DOLLAR” flanqueado por dos estrellas en la parte inferior.
El diseño de Morgan del dólar de plata se utilizó desde 1878 hasta 1904, y de nuevo en 1921, antes de ser reemplazado por el dólar Peace. Las cecas que acuñaron el dólar Morgan fueron CC (Carson City, Nevada, D (Denver, Colorado), O (New Orleans, Luisiana), S (San Francisco, California), Sin marca (Filadelfia, Pennsylvania). Donde más éxito tuvo fue en el sur, entre la población que había sido esclava. Daban valor a que el dinero “pesara”. Sin embargo en el norte estaban más acostumbrados al peso de la plata y tuvo menos repercusión.
Aunque consiguió ese triunfo, su carrera no despegó del todo. Su benefactor, Linderman, cayó enfermo y abandonó la casa de moneda de Filadelfia. Barber padre siguió siendo el jefe de Grabadores, hasta su muerte, y fue sucedido en el cargo por su hijo. Morgan llegó a ser el responsable de grabadores, a los 72 años, en 1918, lejos ya de su época de esplendor en los diseños y grabados de monedas y medallas.
Monedas conmemorativas diseñadas por George T. Morgan
Exposición Colombina, 1892, conmemoración de los 400 años del viaje de Colón.
El anverso está diseñado por Barber y en el vemos el perfil de Colón, y el reverso por Morgan, en el que aparece la carabela (idealización del autor) y el mundo debajo.
Exposición en Panamá, en 1915.
Anverso realizado por Barber hijo. Columbia repartiendo flores, con el sol abajo, detrás un querubín con una cornucopia llena de productos agrícolas, y reverso por Morgan, con águila con las alas desplegadas y una rama de roble y otra de olivo franqueándola.
Sin embargo ha pasado a la historia de la numismática mundial, gracias a su dólar Morgan, la moneda americana más conocida en el mundo, a la que da nombre un inglés.
Bibliografía
t73552-coleccion-de-dolares-morgan-todas-las-cecas?highlight=dolar+Morgan
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